"La Comunidad Autónoma de Castilla y León surge de la moderna unión de los territorios históricos que componían y dieron nombre a las antiguas coronas de León y Castilla."
Estatuto de Autonomía de Castilla y León
Flora y vegetación
Castilla y León tiene muchos espacios naturales protegidos. Colabora activamente con el programa de la Unión Europea Red Natura 2000. También existe alguna Zona de especial protección para las aves.
Las encinas y sabinas solitarias que ahora dibujan la llanura castellano y leonesa son restos de los bosques que cubrieron hace tiempo estas mismas tierras. Las explotaciones agropecuarias, debido a la necesidad de tierras para el cultivo del cereal y de pastos para los inmensos rebaños de la Mesta castellana, supuso la deforestación de estas tierras durante la Edad Media. Los últimos bosques castellanos y leoneses de sabina se encuentran en las provincias de León, Soria y Burgos. Son bosques poco frondosos que pueden formar comunidades mixtas con encinas, quejigo o pino.
La vertiente castellano y leonesa de las montañas cantábricas y las estribaciones del norte del sistema Ibérico cuentan con una rica vegetación. Las laderas más húmedas y frescas están pobladas por grandes hayedos, cuya área de extensión puede alcanzar los 1.500 m de altitud. A su vez, el haya forma bosques mixtos con el tejo, el serbal, el mostajo, el acebo y el abedul. En las laderas de solana proliferan el roble albar, el carballo, el fresno, el tilo, el castaño, el abedul y el pinar de Lillo, una especie típica del norte de la provincia de León.
En las laderas inferiores del sistema Central perviven amplias extensiones de encinar. A un nivel superior, entre los 1.000 y 1.100 m de altitud, abundan los castañares. Por encima de ellos predomina el roble pirenaico, muy resistente a los fríos, cuyo estrato se prolonga hasta los 1.700 m. Sin embargo, muchos robledales han desaparecido, talados por el hombre y sustituidos por pinos de repoblación. Los principales pinares nativos se encuentran en la sierra de Guadarrama. Las zonas subalpinas situadas entre los 1.700 y los 2.200 m acogen matorrales de piornos y enebros. Buena parte de la provincia de Salamanca, sobre todo en las comarcas de Salices y Ciudad Rodrigo, está ocupada por dehesas, un tipo de bosque parecido al de las sabanas africanas, con encinas, alcornoques, quejigos y rebollos. La provincia de Salamanca y la de Valladolid en la región de Rueda (Valladolid) cuenta también con los únicos olivares castellano y leoneses, ya que estos árboles no crecen en ninguna de las otras regiones de Castilla y León. También cabe destacar las regiones vinícolas con vinos de muy buena calidad como pueden ser los de Toro, los de Ribera del Duero (Valladolid, Burgos, Soria) los de Rueda, o los de Cigales.
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